Pálida fragancia
esencia cercana
a los hechos mas confusos
del alma.
Un sendero cubierto
entre dos pétalos,
desechos entre
montañas altas
majestuosas,
libre hacia el canto
de una armonía,
cielo envenenado por la calma
de dos mundos lejanos.
El mundo de lo efímero,
y roto por la envidia de lo eterno
mundo maldito malhumorado
en las tempestades del viento,
golpeado bajo confusión
de senderos,
envueltos de lino fino
y escarlata dorada,
consumidas hacia la sensación
de la sed marcada
y perturbada.
Conquistas de lo verde y grandioso
del paisaje
atemorizado bajo nubes agotadas,
por lluvias enfurecidas
hacia esa capa turbia
tensa de melodías,
atronadoras que corrompen
el silencio
precioso y maravilloso....
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